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Apuros


Paseo con la domadora de sueños. Calle Fuencarral, Madrid. En la fachada de cristal de un banco la imagen de un guardia de seguridad a tamaño real. El ingenioso gamberro le ha puesto un bocadillo en el que se puede leer, “como no puedo eyacular me he apuntado a este trabajo”.
Espero que no ocurra lo que dentro de cinco segundos ocurre.
-Papá ¿qué significa eyacular?

Desesperadamente busco un montón de arena.

Confidencial



La pequeña domadora de sueños ha comenzado su otoño particular con los dientes de leche. Por la noche, cuando duerme, nos acercamos para comprobar la generosidad del ratoncito Pérez. Ella le ha preparado una carta. Es un secreto. Por favor no le digais que os la he enseñado.

La pequeña domadora tiene la fortuna de creer en las cosas que no se ven ¿y vosotros?

Sin humos


Fin se semana en Salamanca. En concreto en ese pequeño pueblo que me hace las veces de refugio. Con permisos y sin niños. Este vez sin ella. Sólo yo, y a veces otro que se parece mucho a mí cuando me miro en el espejo. El tiempo me ha acompañado. Decido dar unos grandes paseos con mi ipod en las orejas y un paisaje asombroso de prados verdes y encinas. Bañado con un gigantesco embalse. No tengo más que respirar aire puro y mirar pasar alguna hormiguilla despistada a mi lado. Cuando anochece pongo a prueba la nueva estufa de leña, una delicia, y continúo mi novela de Auster. Y justo antes de dormir unos capítulos de Futurama sobre mi gigantesco sofá azul.

A la mañana siguiente me voy temprano hasta una cascada preciosa no muy lejana. El pozo de los humos. Me siento sobre una roca que domina el paisaje y trato por un instante de hacer lo mismo. El agua tarda cinco segundos en caer. Cinco segundos volando. Con vocación de pájaro y no de agua paso el resto de mi fin de semana.

PD. No tengo ninguna intención de irme.

Imaginando


Ya son más de tres años los que llevo en el mundo de los blogs. En diferentes páginas. A veces me mudaba sólo por razones técnicas o meramente decorativas y otras porque consideraba que cierta página o ciertos contertulios ya habían cumplido su etapa. Nunca me despido del todo, no me gustan las despedidas y he procurado invitar siempre a mis nuevas páginas a la gente que me importa. En ocasiones preparo incluso un pequeño juego de pistas para que me vuelvan a localizar. Sin maldad. Algunos de vosotros me conoceis desde hace un tiempo. Mi penúltima web tuvo un final parecido. Acabó en verano, justo cuando comencé esta. Pero a pesar de haber acabado prácticamente con ella y de no actualizarla, contaba pinceladas mínimas de mi vida en pequeñas frases para quien quisiera escuchar, y siempre les añadía una canción. Apenas nadie las visitaba. Era lógico. Un día descubrí que el página desde donde añadía las canciones contaba las veces que éstas se habían escuchado. De pronto para mi sorpresa compruebo que aquellas entradas que casi no tenían comentarios eran visitados por alguien. Por alguien que pasaba por allí de puntillas, y que no sabía que cada vez que escuchaba una de mis canciones yo también los sabía. Imaginar quién pudo ser me hizo muy feliz.

Los factores


Pandora ha abierto otra vez su caja de los vientos. Esta mañana soplaba tan fuerte que estoy seguro de que si hubiera extendido los brazos habría volado. Ante esa perspectiva nos hemos quedado en casa. Hemos tenido ración de mimos, de pintura y de Caetano Veloso. A veces hemos mezclado las actividades. A veces no. El orden de los factores no ha alterado el producto.

Estos días


Un pequeño descuido a última hora del primer examen, desmorona el castillo de arena una parte del ejercicio que ya había realizado. A pesar de todo no puedo tirar la toalla, el resto del examen está muy bien y además la cuarta mujer más bella del mundo se ha sentado a mi lado. Es simpática. Luego, de pura rabia a la hora de mover mis dedos me pongo a bailar no sólo el tango sino hasta el swing. A la salida las palabras que suenan a mi lado son confianza y confianza.

Por la noche apenas puedo dormir pensando en el CTRL + DOBLE CLIC BOTÓN IZQUIERDO DEL RATÓN quemehizometerlapata. A primera hora del día siguiente viaje a Irlanda. Verde, paz, agua y tranquilidad al doblar la esquina. En el pub Guinnes, un borrachín divertido que se sienta a nuestro lado nos hace reirnos tanto que incluso le perpetro una canción de Camarón. Happy Days. Guinnes incluso en la Catedral de San Patricio. Verde. Irlanda acaba de derrotar en el Seis Naciones a Inglaterra, la humillación de la escuadra británica hace saltar de alegría a todo Dublín en un todos a una. Verde. El inglés que manejo, pero a pesar de todo soy capaz de entrar en una farmacia a por un parche para el ojo de la pequeña domadora de sueños. Sabíais que allí vendes los medicamentos por unidades. Como vendía cigarrillos la pipera de mi barrio.Verde. Las risas que hemos gastado.

Y hoy de nuevo en casa con confianza.




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