Verano de 2005. Asturias. Decidimos acercarnos a Pimiango, un pequeño pueblo cercano a Santander que guarda unas pequeñas pero espectaculares cuevas rupestres. Durante la espera hasta que se abran las puertas nuestro grupo se completa con una pareja muy peculiar: dos tipos altos de unos cuarenta años, con zapatillas negras John Smith, pantalones de pitillo ajustadísimos, camiseta negra sin mangas con iconografía heavy metal, cabellos largos más allá de los hombros, y tatuajes por todo el cuerpo visible a excepción de la cara. Su aspecto asusta a más de uno, es decir también a mí. Cuando llega la hora de entrar descubro con sorpresa que se trata de dos personas que a pesar de sus pintas son extremadamente educados y sensibles al resto de la gente que les rodea, ceden su sitio a los niños para que puedan ver todo mucho mejor, hablan con una envidiable cortesía, se interesan por su entorno, comportamientos no supuestos en principio para tu peculiar envoltorio (amén al filtro de mis prejuicios).
Ayer. Gran Vía de Madrid. Frente al antiguo Madrid Rock. Paseo con Ella. Sentados en una barandilla nos los encontramos de nuevo. No puedo menos que saludarles y recordarles dónde nos conocimos. Se llaman Emilio y José. Están encantados de vernos. Nos cuentan que nuestro encuentro tiene especial relevancia para ellos, pues aquella cueva posee un significado casi espiritual bajo su punto de vista. Detrás de sus sonrisas llegan sus palabras, nos hablan del mar de Madrid (yo nunca lo había pensado) con sus oleadas de gente en masa y de tráfico. Nos dicen que han encontrado su lugar en el mundo, que si las cosas se miran con la perspectiva del corazón todo tiene sentido. Que todas las tardes a eso de las ocho desde hace cinco años y sin faltar ni un solo día a la cita se acercan a esa misma barandilla, porque ese es su garito, su local preferido, donde disfrutan de la vida y la gente, donde reparten sonrisas y hacen un poco más completo a todo el que les sale al encuentro. Seguro que si estais algún día a esa hora por la Gran Vía os los encontrais. Saludarles. Todos saldreis ganando.
A veces la gente te sorprende y por eso vale la pena seguir adelante, el no dejar llevarnos por nuestros prejuicios y "rascar" un poco más siempre tiene más de positivo que de negativo! Lástima que la Gran Via me quede tan lejos!
Abrazos!!!
El habito no hace al monje...eso es indudable!
Bikiños y buena semana :D
Desdeluego que sí, que te puedes encontrar un señor muy bien vestido de la marca más cara del mercado, oliendo a gloria y repeinado hasta la nuca, y ser el tío más impresentable del universo... El porte y la forma de vestir, piercing más, piercing menos, hace tiempo que dejó de importarme :P
Tengo yo ganas de conocer esa parte del norte... ;)
Me has traído a la memoria mi época laboral donde vivía muchas firmas de artistas de discos. Tocaba Manowar, y venían con retraso desde Zaragoza.
Había muchísima gente esperando, y temimos que podían llegar a ser violentos, como tu mismo decías por su apariencia.
Fueron admirables, se comportaron con una corrección fuera de lugar, y tuvieron que esperar dos horas.
Parecía que allí no había nadie, haciendo cola en la espera, y sin embargo había más de 500 personas.
Desde entonces siempre miro con otros ojos a la gente.
Saludos
Me pilla pelín lejos :)
Siempre digo que las apariencias engañan y de vez en cuando está bien encontrarte con un ejemplo que refuerce esa creencia.
Hubiera molao que fuesen pareja.
No hay que fiarse de las apariencias...jejeje
Aquí estoy "Dover-bailando"
Achuchón!!!
y siempre digo que no hay que fiarse de las apariencias de una persona sino de sus ojos y su sonrisa, porque con ellas ya es mas dificil de engañar. Demasiados prejuicios con el estilo de la gente tenemos hoy en dia me temo...
un beso
hola cosita preciosa jiji me ha sorprendido tu filtro jaja osea q si vieras a esta payasa...nu se yo jajaa salias corriendo del miedo jajaja...te traigo un regalo, tardío, pero regalo...para celebrar las buenas nuevas...y agradecer tu tu sonrisa y lo que me das cada día, al leerte...besitos su
Hola!
pasaba a saludarte...
y sí lo esencial es invisible a los ojos del corazón
un abrazo!
y esa sorpresa en la que nos hace seguir adelande, o al menos nos provoca una sonrisa, que será un premio que valga la pena, rasquemos milongas... tal vez un día no te quede tan lejos
abrazos y besos
el hábito Azul, seguramente los llevamos en nuestra cabeza, y a veces en forma de orejeras.
feliz semana linda
besosy achuchones
rocío, pues te aconsejo que te lo apuntes a tu agenda de viajes, es alucinante, desde luego parece otro país comparado con tus playas, pero no está tan lejos.
besos linda y abrazos
Noa como decía Azul, el hábito no hace al monje, y si somos capaces de deshacernos de esos filtros que nos creamos de antemano seguro que aprenderemos a ver las cosas de otra manera
achuchones y reiki
bueno! hubiera sido todo un puntazo, aunque la verdad es que eran hermanos, iba a decirte sólo. Pues tendrás que venir por aquí pcqvav que yo descubrí el otro día que la ciudad se está poniendo muy linda, volví a pasear por chueca y está más apatecible todavía
besos y abrazos
mi querida Bo, me alegro que te guste, mira también en el caso de Dover... no hay que fiarse de las apariencias... vaya cambio verdad?
achuchones mil
metis, tengo un amigo que es especialista en lenguaje corporal, el lo utiliza para temas laborales, pero también me cuenta secretos del lenguaje válidos para cualquier actividad humana y es alucinante, y es cierto, vale más una sonrisa que mil trajes.
besos y achuchones
no Su, no saldré corriendo jejeje, lo prometo. gracias mi sultana por el regalo, precioso regalo, que todavía estoy cantando... y que no falte
achuchones a porrillo
indianguman, también gracias por la visita, ¡menudas cataratas sociales que nos gastamos a veces! ¿verdad? un brindis por poder ver el mundo con otros ojos
besos mil
me ha sucedido que he recibido de quien menos lo esperaba, por eso trato de no guiarme por las apariencias.
Besotes
Las malditas aparencias, las etiquetas clase a b y c. Sobre ese tema he escrito algunas veces. Yo siempre me rodeo de gente "aparentemente" muy distinta a mí, no porque lo busque, sino porque al final son los que más tienen que aportarme. Me ha pasado tantas veces que me tomaran por una niña pija y medio lerda, que aprendí rápido a no guiarme por lo que parecen los demás. Creo que una de las mejores cosas que he ganado con el tiempo, ha sido a dejar de lado los prejuicios.
Mua
Seguro que les he visto, me suenan esas pintas en esa barandilla...jijij A ver si dejamos de juzgar a la gente por su apariencia y vemos que cada uno es como es independientemente de su aspecto.
Bsitos chiquitos
cris, estoy contigo, no hay que dejar en ningún rincón olvidado la capacidad de sorpresa, que además aparece por dónde menos uno se lo imagina
besos amplios
me gustan Clara tus etiquetas clase a b y c. la riqueza está en los colores no hay duda y es cierto el tiempo nos sorprende con menos prejuicios, y si no es así apañados vamos.
abrazo y beso
Chiquita no dudes en saludarles la próxima vez que les veas, ya verás qué majos son.
Besos y achuchones.
tienes tanta razoon, hay tantos prejuicios absurdos.. besos y trataré d no prejuzgar tanto..